Un paisaje donde no hay más que árboles, mariposas y el silencio del viento haciendo juego con una casa provinciana tipo inglesa.
Con dos hectáreas de bello jardín pareciera un lugar turístico de dueños foráneos, pero en realidad es propiedad mexicana en su totalidad. Su administrador, Erick Cadena, cuenta que la idea de este lugar apareció luego de que el historiador de Arte, Ignacio Figueroa, regresara de un viaje a Inglaterra (de ahí que la casa nos hace creer que estamos del otro lado del mundo).
El laberinto está inspirado en el jardín del Castillo de Hever en la Gran Bretaña.
Varias veces se han realizado raves y conciertos de música electrónica, el lugar es 100% accesible para acampar, comer o disfrutar de un picnic con una botella de vino.
Los precios son igualmente cómodos, aproximadamente lo justo para darle mantenimiento al lugar.
También se puede entrar a visitar la casa o alquilar sus diferentes habitaciones adornadas y amuebladas tal cual una residencia provinciana europea.